martes, 9 de septiembre de 2014

La Idea de Hoy: Toallas Higiénicas Ecológicas


Voluntarias de la Fundación Mujer y Vida (Funmuvi) iniciaron el proyecto hace cuatro años.
No se trata de algo anticuado, sucio o de mal gusto. Para María Rocío Arcila, las toallas higiénicas ecológicas que ella y 10 mujeres más están haciendo, son “una forma de que la mujer se reencuentre con su ciclo y despierte la consciencia ambiental”.
Hace cuatro años, a través de la Fundación Mujer y Vida (Funmuvi), de Manizales, estas 11 mujeres iniciaron este proyecto, investigando sobre el ciclo menstrual y los tabúes que hay al respecto.
“Hicimos encuestas a las mujeres y nos dimos cuenta de que ellas ignoran que el uso de las toallas y los tampones alteran nuestro ph, generan alergias, muchas cosas”, explicó Arcila, quien es la directora de la fundación.
La idea de las toallas reciclables, explicó la directora, ya se ha desarrollado en otros países, pero no en este.
Funmuvi no tiene sede, por eso las jornadas de trabajo las organizan en las mismas casas de las voluntarias y con máquinas de coser prestadas. “A veces nos reunimos cinco, diez, y hasta 30 señoras. Cortamos una tanda de 100 moldes, una voltea, la otra pega, la otra forra, y así, todo es en cadenita”, dijo Lucía Duque. Agregó que estas toallas las hacen con cuatro tipos de tela, “la tipo sombrilla, impermeable, antideslizante y tela vicuña”.

Las costureras ya tienen un variado portafolio, desde protectores diarios (valen 3 mil pesos), toallas nocturnas (6 mil), diurnas (5 mil), y de diferentes estilos, con flores, colores y estampados. Además, los estuches especiales para guardarlas, que valen 2 mil pesos.
Las mujeres destacan que el uso de las toallas reciclables tiene un fuerte impacto ambiental, y añaden que usarlas es sencillo, “como cualquier toalla”.
Ese producto viene con dos estuches, uno para guardar la toalla sucia. Esta se mete en una caja especial con agua. “Esa agüita se la echamos a las plantas, y mantienen muy bonitas”, señaló Arcila, y agregó que después de dejar las toallas remojando, se ‘empabonan’ en jabón, se ponen al sereno para que se blanqueen, y al otro día se enjuagan.
En el 2012, Isaura García, de Barranquilla, conoció el trabajo de Funmuvi por una conferencia que la entidad dictó en Pensilvania (Caldas), y desde el año pasado ella comenzó a usar las toallas lavables. “El cambio es inmediato, la sangre es pura, sin malos olores (…). Yo tuve un aborto espontáneo, con la Fundación también comencé otra forma de planificación natural, y ahora tengo un bebé. Mi esposo y yo estamos muy felices”.
García dijo que “el mensaje para las mujeres es atreverse y hacer algo distinto por el planeta. Es volver a lo básico, la mujer tiene un cosmético desde la uña del pie hasta la punta de cabello, y no nos detenemos a pensar qué genera esto a largo plazo”, añadió. Tomado de El Tiempo.com


0 comentarios:

Publicar un comentario